Testimonio de un árbol
Testimonio de un árbol
Los gloriosos días del pasado se esfumaron
y solo quedaron los recuerdos.
Las aves olvidaron
el encanto de mi sombra.
En las noches calladas
la brisa hiere mi cuerpo y astilla mis ramas
y solo una vieja lechuza me visita
contándome sus cuitas
Oh, la soledad
Solo hay que vivir una partícula de sueños
simplemente para morir dichoso.
Encumbrar el dolor no vale nada
ni opinar sobre la angustia de la muerte
pues todo gira al ritmo de a vida.
Mis semilas dispersas poblarán otros campos
para entonces perpetuar la especie
y retomar las banderas y las luchas
en franco desafío a los insensatos
que olvidan que todo se transforma.
santiago estrella veloz, Navidad 2008
Los gloriosos días del pasado se esfumaron
y solo quedaron los recuerdos.
Las aves olvidaron
el encanto de mi sombra.
En las noches calladas
la brisa hiere mi cuerpo y astilla mis ramas
y solo una vieja lechuza me visita
contándome sus cuitas
Oh, la soledad
Solo hay que vivir una partícula de sueños
simplemente para morir dichoso.
Encumbrar el dolor no vale nada
ni opinar sobre la angustia de la muerte
pues todo gira al ritmo de a vida.
Mis semilas dispersas poblarán otros campos
para entonces perpetuar la especie
y retomar las banderas y las luchas
en franco desafío a los insensatos
que olvidan que todo se transforma.
santiago estrella veloz, Navidad 2008
Labels: Ecología
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