Wednesday, December 31, 2008

Testimonio de un árbol

Testimonio de un árbol

Los gloriosos días del pasado se esfumaron
y solo quedaron los recuerdos.
Las aves olvidaron
el encanto de mi sombra.

En las noches calladas
la brisa hiere mi cuerpo y astilla mis ramas
y solo una vieja lechuza me visita
contándome sus cuitas

Oh, la soledad
Solo hay que vivir una partícula de sueños
simplemente para morir dichoso.
Encumbrar el dolor no vale nada
ni opinar sobre la angustia de la muerte
pues todo gira al ritmo de a vida.

Mis semilas dispersas poblarán otros campos
para entonces perpetuar la especie
y retomar las banderas y las luchas
en franco desafío a los insensatos
que olvidan que todo se transforma.

santiago estrella veloz, Navidad 2008

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Wednesday, December 10, 2008

Mis Personajes dominicanos 2008

Mis personajes dominicanos de 2008


Los que me han escrito o llamado por teléfono tienen razón. Es muy restrictivo escoger solamente a diez prominentes ciudadanos dominicanos como Personajes de 2008, cuando hay muchos otros que también se lo merecen. En consecuencia, en esta nueva entrega sobre el tema, ampliaré la lista a veinte.
Considero que el hecho de haber “figureado” más durante el año en los medios de comunicación, no significa que una persona pueda ser seleccionada como Personaje del Año. En realidad, lo que importa son sus obras, no su constante aparición en los periódicos, la radio o la televisión.
En la lista ahora ampliada, he seleccionado otras diez figuras que pueden muy bien ser consideradas Personalidades del Año 2008. Ellas son, a mi juicio, las siguientes, sin que el orden en que aparezcan signifique preferencia o que estén por encima de las otras:

1.-Miguel Cocco Guerrero, quien con sus firmes actuaciones al frente de la Dirección General de Aduanas ha minimizado el contrabando y le evasión de impuestos, por sumas millonarias, en perjuicio del Estado. Este funcionario no ha vacilado ni por un instante a la hora de sancionar a los corruptos, que siempre hay en todos los lugares.
2.-Héctor Valdez Albizu, gobernador del Banco Central, quien ha logrado mantener la estabilidad macroeconómica, con prudentes medidas que lograron credibilidad en las gestiones financieras.
3.-Melba Segura de Grullón, presidenta de la Fundación Sur Futuro, por sus impresionantes logros en la preservación de nuestras cuencas hidrográficas y demás recursos naturales, pero además por el estímulo de la gestión comunitaria, servicios educativos y de salud, a favor de los más pobres del suroeste.
4.-Juan Luís Guerra, máximo exponente de la música dominicana, reiterada y merecidamente laureado, tanto aquí como en el exterior, donde ha puesto bien en alto el nombre de la República Dominicana.
5.- Oscar Peña Chacón, presidente de CODETEL, empresa que durante más de 76 años se ha caracterizado por apoyar iniciativas de desarrollo en la República Dominicana. En más de una ocasión esa empresa ha reiterado su compromiso de aportar su capacidad tecnológica para apoyar la educación dominicana, mediante proyectos de conectividad que permitan nuevas oportunidades de aprendizaje a sectores de la población que no tienen medios para insertarse en el mundo de la información. (El autor nunca le ha visto personalmente, pero reconoce sus méritos)
6-El boxeador dominicano peso ligero welter Félix Díaz, quien cubrió de gloria y de oro olímpico al boxeo dominicano después de ganar por puntos (12-4) al tailandés Manus Boonjumnong en la final del torneo de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. Con una exhibición de boxeo agresivo, presión constante y colocación de golpes constantes, Díaz, de 24 años, dio a República Dominicana la primera medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Pekín. También fue la primera que consigue el boxeo dominicano desde que Pedro Nolasco, en Los Ángeles 84, dentro del peso gallo, logró la de bronce.
7.-El jefe de la Policía Nacional, mayor general Rafael Guillermo Guzmán Fermín, quien ha desplegado enormes esfuerzos por frenar la delincuencia, bajo la presiones de grupos que defienden tácitamente a sus actores, bajo el argumento de respeto a los Derechos Humanos, en los cuales no creen los propios delincuentes.
8.-Bernarda Jiménez, dominicana, Secretaria de Integración y Convivencia del Partido Socialista Obrero Español (PESOE), ex presidenta y fundadora del Voluntariado de Madres Dominicanas en el Exterior (VOMADE-VINCIT).
9- Euclides Gutiérrez Félix, abogado, historiador, político y funcionario público, por el tremendo éxito, tanto aquí como en el exterior, de su más reciente libro: Trujillo, un dictador sin corona, que lleva tres ediciones, pero además de no tener “pelos en la lengua” para cantarle la verdad a quien sea, incluso a sus propios compañeros del Gobierno, cuando estima que han cometido errores.
10.-Elena Villeya de Paliza, empresaria, ex presidenta del Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP), quien ha insistido en la necesidad de “despolitizar” el problemático tema eléctrico, que requiere de soluciones que sean aportadas por “todos los sectores” de la vida nacional.

(De nada, y Feliz Navidad a todos)


santiagoestrella2000@yahoo.com

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Thursday, December 04, 2008

Periodistas y Derechos Humanos

Los periodistas y los Derechos Humanos

Me siento profundamente honrado por la invitación que me ha formulado el Instituto de la Dignidad Humana de la Policía Nacional para que les hable sobre los periodistas y los Derechos Humanos, como una modesta contribución a cumplir sus objetivos de incrementar la profesionalidad y la capacidad policial para servir a los ciudadanos y .mejorar y profundizar el conocimiento de las normas, principios, aptitudes y procedimientos relativos a los derechos humanos en el personal policial.
Estoy tambien agradecido a mi amigo Jose Jaquez, a través del cual recibí la invitación, sobre todo porque a este colega periodista y escritor solo le falta donarme sangre para afirmar sin mentir que somos hermanos de sangre.
Encontrarme en este escenario revive en mí gratos recuerdos, pues como reportero del LISTIN DIARIO, hace muchos años, me tocó cubrir la fuente de la Policía Nacional, donde conocí a tantos buenos amigos, desde rasos hasta oficiales, todos los cuales siempre me trataron con cortesía, respeto y gran consideración. Hice particular amistad con el general Rafael Guillermo Guzmán Acosta, padre del actual Jefe de la Policía, general Rafael Guillermo Guzmán Fermín, pero tambien con otros jefes policiales con los cuales compartí muchos momentos gratos.
Hubo una época, felizmente superada, durante la cual era inimaginable que un periodista ocupara una tribuna como esta, mucho menos para hablar sobre los Derechos Humanos. Pero la vida cambia y las actitudes de los hombres también, de manera que aquí estamos para cumplir con la misión encomendada.
Contrario a lo que muchos creen, los periodistas y los policías nos parecemos mucho. Somos dominicanos, tenemos ideales por una Paria digna, creemos en los valores fundamentales de la familia, tenemos una visión de la sociedad bien clara, pues todos deseamos que imperen el orden y la paz, con respeto a los Derechos Humanos, que solo pueden existir en un régimen democrático como el que actualmente tenemos, derivado de la legitima voluntad popular de los ciudadanos de nuestro país. Pero tambien hay que recordar que el respeto a los Derechos Humanos tiene que ver con la economía, pues un pueblo que apenas puede satisfacer sus necesidades básicas fundamentales es victima de una violación a esos Derechos. En ese sentido, hay que luchar firmemente por la disminución de la pobreza, aunque ese camino esté lleno de escollos y de intereses encontrados.
Las relaciones entre periodistas y policías, particularmente durante la llamada Guerra Fría, nunca fueron buenas. Pero a partir de que desaparecieran algunas dictaduras y ciertos gobiernos donde imperaba una especie de despotismo ilustrado, esas relaciones mejoraron considerablemente. Es cierto que hay encontronazos, pues debemos decirlo francamente: hay periodistas que creen que por el hecho de serlos gozan de libertad para algunas bravuconerías frente a la autoridad, mientras existen agentes policiales que por ser tales ven a los periodistas, camarógrafos y fotógrafos como si fuesen sus enemigos.
Afortunadamente, cuando estos incidentes han ocurrido, diferentes jefaturas de la Policía, del Ejercito o la Marina de Guerra han sabido sancionar a aquellos policías o militares que se exceden contra el libre ejercicio periodístico, gracias al cual podemos oír todas las campanas acerca de cuanto ocurre en el mundo.
Los periodistas defendemos los Derechos Humanos, los policías hacen lo mismo cuando permiten que sospechosos de cometer actos contrarios a la Ley sean juzgados por los tribunales, respetándose lo que se llama +el debido proceso+, de lo cual hablaremos mas adelante.
Esta lucha por la defensa de los Derechos Humanos es tan vieja como la humanidad misma,
Sus orígenes se remontan a la Grecia antigua y surgieron con el derecho natural de los hombres. El ejemplo clásico, tomado de la literatura griega, es el de Antígona. Según Sófocles, cuando Creón le reprocha haber dado entierro a su hermano pese estarle prohibido, ella replica que ha actuado según las leyes no escritas e inmutables de los cielos.
Otro lejano antecedente se encuentra en un texto de escritura cuneiforme titulado Espejo para Príncipes, atribuido a Kaos Ibn Iskanda, príncipe de Gurgan (India) que vivió alrededor del año 1082 a. de J. C. Se trata del respeto a ciertos derechos de los súbditos como parte de los deberes del gobernante para con su pueblo. La ceremonia de coronación incluía una promesa pública del soberano ante sus
súbditos, que decia:

+Entre el día en que nací y la noche en que me muera, que se me prive de mi cielo, de mi vida y de mi progenie, si os oprimo a vosotros.
Pero acaso la primera manifestación explícita de los derechos humanos y de su reconocimiento público es el antiguo texto legal hindú conocido como Código de Manú o Código de las diez libertades humanas esenciales y controles o virtudes necesarias para la vida buena+

No obstante, fue el Cristianismo el que sentó las bases para el reconocimiento de la igualdad radical de todos los seres humanos, por ser todos hijos de Dios. Pero la misma Iglesia tardó mucho en adoptar enteramente la doctrina de los derechos humanos que se desprendía del cristianismo. La Edad Media, por ejemplo, no fue una época favorable a la idea de esos derechos humanos ni a su observancia. Plenamente sometida a la influencia de la filosofía aristotélica, la del derecho medieval (elemento característico de la cual era, entre otros, el reconocimiento por parte de santo Tomás de Aquino -como antes lo fuera de Aristóteles- de la esclavitud) no reconocía las cualidades humanas que no comprendía y, por ende, no buscaba situar la personalidad humana en el centro de las preocupaciones del derecho y
de la vida social.

Con respecto de la sociedad civil de Occidente, fue en Inglaterra donde, por primera vez, se establecieron limitaciones jurídicas al ejercicio del poder, tendientes a preservar los derechos humanos de los ciudadanos. La Carta Magna (1215), por la cual el rey Juan I de Inglaterra se obligó a respetar las "leyes viejas" y garantizó por escrito los privilegios de los barones feudales, incluía al mismo tiempo el reconocimiento de ciertos derechos humanos fundamentales de todos los habitantes del reino: el derecho a la vida; la necesidad de juicio de sus iguales previo al arresto o condena de cualquier noble, seglar o eclesiástico, etc. Por su parte, el Habeas Corpus votado en 1679, el Bill of Rights -que en 1689 sentó las bases del nuevo sistema de gobierno británico- y los dos tratados del gobierno civil (1690) -que legitimaron la revolución que acababa de poner fin al absolutismo de los Estuardo- son textos precursores de la actual legislación sobre derechos humanos.
La Declaración de Independencia de los Estados Unidos (1776) contiene un breve párrafo en el que, por primera vez, un poder, en este caso constituyente, asume las obligaciones que supone el reconocimiento de los derechos del ciudadano:
+Consideramos como verdades evidentes que todos los hombres han sido creados iguales, que han sido dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables, entre los que se encuentran la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad+.
Uno de los mas grandes y bellos capítulos de la |Historia universal de la defensa de los Derechos Humanos figura en El Éxodo, que es el segundo libro de la Biblia y de la Torá (el Pentateuco, la Ley), del Tanaj (la Biblia hebrea), y del Antiguo Testamento cristiano.
Entre el Génesis y el Éxodo hay varios siglos de diferencia que corresponden al tiempo en el cual los hijos de Jacob estuvieron prisioneros en el país de los faraones. El autor describe en este libro la opresión de los israelitas; luego pasa a narrar la historia del nacimiento de Moisés, su salvamento de las aguas del Nilo, su huida al desierto y la aparición de Elohim en la zarza.
En la segunda parte refiere la liberación misma, las entrevistas de Moisés con el faraón, el castigo de las diez plagas, el paso del mar Rojo, la promulgación de la Ley de Jehová en el Sinaí, la construcción del Tabernáculo, la institución del sacerdocio de la Ley Antigua y otros preceptos relacionados con el culto y el sacerdocio.
El faraón de la época, cuyo verdadero nombre todavía es objeto de discusión entre los historiadores religiosos, empieza a preocuparse por las implicaciones militares de la creciente población de israelitas, esclavos de Egipto obligados a realizar trabajos forzados. Debido a esto, ordena a las matronas hebreas que asesinen a todos los bebés varones. Sin embargo, la hija del faraón encuentra un bebé levita, al cual llama Moisés (traducido como Salvado de las aguas). Moisés crece como un egipcio, pero al final, simpatiza con el sufrimiento de los israelitas, llegando inclusive a asesinar a un egipcio.
Huyendo del país, Moisés llega a Madián, convirtiéndose en pastor del sacerdote Jethró (llamado Reuel, en otra parte de Éxodo) y a su vez llega a ser esposo de la hija de éste, Ziporá. Mientras alimentaba las ovejas en el Monte Horeb, el ángel de Jehová se le parece en forma de un arbusto en llamas, que no se quema ni sus hojas se convierten en cenizas. Jehová ordena a Moisés que exija al Faraón la libertad de los israelitas; para ello le otorga poderes para realizar actos milagrosos como demostración de su autoridad. Aarón, mencionado como el hermano de Moisés, es escogido para ayudarlo.
El faraón niega el pedido de Moisés y oprime aún más al pueblo, llegando inclusive a ordenarles que hicieran ladrillos sin paja. Moisés dialoga con Jehová sobre este problema, y en respuesta Jehová le indica que exhibirá su poder a tal grado, que el faraón enviará a todos los israelitas fuera de Egipto, incluso con el oro de los egipcios. La genealogía de Moisés y su familia aparece en este punto, en lugar de explicarse al principio de la historia. (Éx. 5-6).
Jehová Elohim envía una serie de plagas sobre Egipto, que se manifiestan más a través de Moisés. Dado que los magos egipcios eran capaces de duplicar algunas de ellas, el faraón se obstina en no ceder ante Moisés (Éx. 7-10). Finalmente, una gran plaga, mata a todos los primogénitos egipcios y evita las casas de los israelitas, que habían marcado las puertas de sus casas con sangre de cordero. El faraón reconoce su derrota y da finalmente su autorización para que los israelitas abandonen Egipto (Éx. 11-12 .
Como se puede apreciar, fue una gran lucha por la libertad y la defensa de los Derechos Humanos. Y los que la escribieron fueron los periodistas de su época, que nosotros conocemos tambien como profetas.
En 1907, la Convención de la Haya regula las normas que deben observar los beligerantes: estos no deben tener alternativas ilimitadas en el modo de infligir daño al enemigo pues se deben preservar la vida, la dignidad y la salud de las víctimas, derechos estos que están por encima del manejo de la guerra.
A partir de la Segunda Guerra Mundial, las Declaraciones de Derechos se convierten en exposiciones programáticas suscritas por la mayoría de países del mundo. La Declaración Universal de los Derechos del Hombre, aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de diciembre 1948, encontró el respaldo institucional de los Estados del Consejo de Europa, que en 1950 suscribieron la Convención Europea para la salvaguarda de los derechos del hombre y las libertades.
La Declaración de 1948 estableció claramente que “el desconocimiento y el menosprecio de los derechos humanos han originado actos de barbarie ultrajantes para la conciencia de la humanidad, y que se ha proclamado, como la aspiración más elevada del hombre, el advenimiento de un mundo en que los seres humanos, liberados del temor y de la miseria, disfruten de la libertad de palabra y de la libertad de creencias. Es esencial que los derechos humanos sean protegidos por un régimen de Derecho, a fin de que el hombre no se vea compelido al supremo recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión.
Es bueno decir que una dama dominicana, la señorita Minerva Bernardino, abogada, diplomática y feminista, fue una fuerza mayor detrás de la fundación de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de las Naciones Unidas y pionera de las feministas latino americanas. La Sra Bernardino fue designada como representante de su país, la Republica Dominicana, a las Naciones Unidas en el 1950. Fue una de las unicas cuatro mujeres firmantes de la carta constitucional de las Naciones Unidas en el 1945. En esa conferencia en San Francisco, ella insistió que el documento incluyera la frase "para asegurar el respeto por los derechos humanos y la libertad fundamental sin discriminación”
En tiempos más próximos, las Declaraciones han servido para canalizar todo tipo de reivindicaciones -derechos de la mujer, del niño, de los jóvenes, de los pueblos indios, etc.- sin conseguir, en la mayoría de casos, el necesario apoyo estatal.
Hoy, los derechos individuales, aunque ignorados en demasiadas ocasiones, ocupan, en cambio, más espacio que nunca en las Constituciones y leyes de todos nuestros países y cuanto menores son las expectativas más se acrecientan las esperanzas de que sus postulados se realicen.
Con anterioridad, la Humanidad había visto asombrada la abominable persecución y asesinatos cometidos en la Alemania de Hitler, donde los hornos crematorios de Auschwitz, Treblinka, Mahdanek y Sobador funcionaban las 24 horas del día. Los judíos, incluso los judíos alemanes, fueron tratados como enemigos por los nazis, fueron privados de sus derechos como ciudadanos, los marcaron con una estrella amarilla como en la Edad Media, los insultaron, los humillaron, vejaron, aterrorizaron, les quitaron la posibilidad de alimentarse, educarse, moverse, informarse, les robaron sus bienes, los torturaron y finalmente los asesinados. Seis millones de seres humanos fueron asesinados en una de las mas grandes violaciones a los Derechos Humanos, solo comparable a la de Stalin, en la Rusia Soviética, que formó una de las crueles, sangrientas y terroríficas tiranías que conoce el mundo, junto a la de Mussolini, en quien Hitler se inspiró.
Los encargados de narrar para la posteridad todos estos horrores fueron escritores y periodistas, todos defensores de los Derechos Humanos.
Como todos ustedes saben, las dictaduras y tiranías han ocupado aproximadamente las dos terceras partes de nuestra vida republicana. En ninguno de los dos casos, es decir dictaduras y tiranías, se han respetado los Derechos Humanos y los periodistas que los han defendido sufrieron persecuciones, torturas, cárceles, asesinatos y exilios.
En la Era de Trujillo, por ejemplo, a principios de su régimen despótico fue asesinado en Azua el periodista Emilio Reyes, secuestrado en Azua y ultimado por el sargento Eleucipo Figueroa en el paraje Gallón. La versión oficial dijo que Reyes fue muerto por una patrulla cuando se rebelo e intento desarmar a un guardia para entonces escapar. Una de las tantas historias de siempre. Con anterioridad, fue asesinado el periodista Oscar Delanoy, quien se había hecho eco de la popular frase “no puede ser, por ladrón de vacas+, con el cual se aludía a la posibilidad de que Trujillo fuera Presidente. Delanoy fue apresaron y recibió una soberana paliza de los hombres de la banda La 42, que dirigía el capitán del Ejercito Miguel Ángel Paulino, que sembró el terror asesinando opositores antes de la farsa electoral de 1930. Otro periodista, llamado Fernán Concha Parahoy, quien firmaba sus escritos con el seudónimo de El Bachiller Concha P, fue molido a palos +como escarmiento+
En 1931, el periodista Armando Almanzar, de quien fui subalterno y que fue jefe de Redacción del LISTIN DIARIO, se atrevió a recoger el cadáver del asesinado político mocano Cipriano Bencosme, que era exhibido en publico envuelto en una yagua. Almanzar, el cascarrabias mas bueno del mundo, preguntó a un grupo de ciudadanos si entre ellos no había por lo menos ocho hombres con el suficiente material colgante como para sepultar dignamente a ese connotado enemigo de Trujillo. Si aparecieron y Bencosme fue sepultado como mandan la Ley y la fe cristiana.
Ese mismo año fueron asaltados los talleres del Listin Diario, que todavía denunciaba muchos crímenes horrorosos. Su Director, Arturo Pellerano Sarda, quien fue apresado y luego compulsado a aceptar una escaño en la Cámara de Diputados, que llegó a presidir, y en el Senado, del cual fue vicepresidente, hasta que el periódico tuvo que ajustarse a las nuevas circunstancias, a la dura y amarga realidad, hasta sucumbir asfixiado por la tirania del generalísimo, doctor y arranca pescuezos Rafael Leonidas Trujillo. El periódico se despidió del público el 14 de julio de 1942.
La prensa en general fue silenciada. Muchos periodistas tuvieron que asilarse en embajadas y partir hacia el exilio, como por la calle Arzobispo ejemplo Julio Cesar Martínez, cuya imprenta donde se editaba el periódico Renovación, que funcionaba en calle Arzobispo Meriño 61, fue asaltada por esbirros de la dictadura, al detectarse que allí se editaban proclamas clandestinas e incendiarias contra Trujillo. Otro periodista asesinado fue Ramón (Van Elder) Espinal, quien fue apresado y llevado al cuartel policial entonces existente en la calle Las Damas, de Santo Domingo, donde en un gesto de valentía agarró un sable que pendía de un clavo, arma con la que trató de matar al primer teniente Toribio Carvajal. El periodista emprendió la fuga y en la calle Isabel La Católica fue muerto a tiros.
En 1930, en Santiago, el periodista Mario Guerra publicó en El Diario el Manifiesto de Desiderio Arias que él mismo había redactado. No solamente cometió esa osadía, sino que Guerra repartió copias del Manifiesto en el parque de Santiago, una noche de retreta. A partir de entonces fue acosado y estuvo a punto de ser asesinado, hasta que cayó preso, conjuntamente con los prensitas Oberto Martinez y Ramón Colón, Guerra obtuvo su libertad en 1931, pero al sospechar con razón que podían matarlo, se asiló en Haití, para lo cual utilizó un pasaporte del músico puertoplateño Julio Arzeno. En Haití, Guerra continuó con sus actividades antitrujillistas, pues intentó editar un periódico para combatir a Trujillo, conjuntamente con otro exiliado, Virgilio Vilomar. El periodista permaneció unos cinco años entre Haití, Estados Unidos, Puerto Rico y Cuba. Con posterioridad regreso al país acogiéndose a *garantías* dadas por Trujillo a algunos exiliados. Se incorporó a la vida laboral en el periódico en el periódico La Opinión, hasta que en 1944 fue apresado en la frontera, cerca de Guayubin, pero asesinado a garrotazos en Jeremías, un campo de La Vega.
Pablo Martinez, periodista, tuvo que exiliarse en Cuba luego de que Trujillo ascendiera al Poder. Continuó allí su lucha por la vigencia de los Derechos Humanos, hasta que un día, mientras conversaba con un grupo de estudiantes en las escalinatas de la Universidad de La Habana, fue asesinado por pistoleros pagados por Trujillo. Hasta el extranjero llegaban los tentáculos de aquel hombre que nunca respetó los Derechos Humanos.
El periodista dominicano Andrés Francisco Requena fue asesinado en Nueva York el 2 de octubre de 1952, hecho en el que tuvo participación *el músico criminal* llamado Félix Wenceslao Bernardino Evangelista, quien ocupaba un cargo diplomático, gracias al cual pudo retornar al país después de cumplida su misión. Requena había publicado escritos a favor de Trujillo, pero luego de ser nombrado en un puesto diplomático en Chile desertó, y escribió un libro titulado Cementerio sin Cruces, una radiografía de las persecuciones y crímenes trujillistas. Trujillo no perdonaba las traiciones de quienes habían sido sus amigos.
Entre los muchos periodistas defensores de los Derechos Humanos que tuvieron que irse al exilio recuerdo a German Emilio Ornes, Pedro Álvaro Bobadilla, Pedro Andrés (Corpito) Pérez Cabral, Miguel Angel Velásquez Mainardi y Rafael Bonilla Aybar.
El periodista Moisés Iturbides, residente en Nueva York, tuvo que salir al exilio, hacia Venezuela, tras sufrir prisión en la Torre del Homenaje durante la revolución constitucionalista de abril de 1965.
En la década de 1950 fue asesinado Teofilo Guerrero del Rosario, quien trabajó en El Caribe, pero que hacia llegar notas clandestinas contra Trujillo a la Revista Bohemia, de La Habana. Guerrero del Rosario fue montado en un carro y dejado abandonado en el norte de la ciudad de Santo Domingo; Guido Gil, periodista, abogado y defensor de los Derechos Humanos de los trabajadores, secuestrado y asesinado el 17 de enero de 1967 en La Romana; El periodista y comentarista de radio y TV Enrique Pieera Puig, padre de Nuria Pierea, fue asesinado a balazos en 1970; Gregorio García Castro, jefe de Redacción del vespertino Ultima Hora, fue asesinado el 28 de marzo de 1973; Orlando Martinez, el 17 de marzo de 1975; Marcelino Vega, del periódico La noticia, murió a principios de 1978 en un confuso incidente en el llamado Mercado Nuevo, al norte de Santo Domingo, donde obreros del Ayuntamiento realizaban una protesta por mejores condiciones de trabajo; y Plinio Díaz Vargas secuestrado el 7 de octubre de 1974 por un grupo de individuos que viajaban en un vehículo con placa oficial, Su cadáver, hasta donde se sabe, jamás apareció. Escribía en el desaparecido periódico La Voz del Pueblo y era estudiante del Instituto Dominicano de Periodismo (IDP), que durante más de 30 años fue sido dirigido hasta su muerte por el doctor Salvador Pittaluga Nivar, su fundador.
Otro periodista defensor de los Derechos Humanos que cayó víctima de la intolerancia fue Narciso González, alias Narcisazo, quien además era profesor universitario y uno de los repentistas sociales más agudos del país.
Pittaluga Nivar tambien sufrió los rigores del exilio, pero esta vez ya después del retorno de la democracia, tras el Golpe de Estado de 1963.
Juan Bolívar Díaz, uno de los más meritorios y honestos periodistas dominicanos, tuvo que salir al exilio, específicamente a México, en noviembre de 1970, luego de que una poderosa bomba le destruyera su carro en horas de la madrugada, en un intento de asesinato.
La fallecida periodista Aleyda Fernández, compañera de labores en el LISTIN DIARIO, fue deportada durante el Gobierno de los doce años del doctor Joaquín Balaguer, luego de permanecer presa durante aproximadamente un mes a partir del 8 de febrero de 1971. Si ella estuvo vinculada a grupos de izquierda, como se afirmaba, no se merecía eso, sino que debió ser llevada ante un tribunal para que fuese juzgada imparcialmente, sin presiones políticas, como era costumbre de la época.
Otro caso especial es el de mi inolvidable amigo y compañero de trabajo en el LISTIN Luís Reyes Acosta, asesinado durante la revolución de 1965 junto a Yolanda Guzmán y otros compañeros en Mata Redonda, Villa Mella. Reyes Acosta y la señorita Guzmán habían aceptado una +bola+ que les ofreció en La Feria el chofer de un vehiculo del PRD, lleno de militantes, vehiculo que tenia un altoparlante donde se estimulaba a la revuelta. Infortunadamente, fueron detenidos por militares, llevados a Mata Redonda y sencillamente fusilados. Solamente uno de los detenidos logró sobrevivir gravemente herido, para luego informar a una Comisión de la OEA dónde estaban los cadáveres de sus infortunados compañeros.
Estos hechos trágicos relatados tienen algún tipo de vinculación con los pobres y mal pagados corresponsales y productores de programas locales de radio o televisión, que son acosados en el ejercicio de sus funciones, con amenazas de muerte, pero además de los comunicadores de la televisión nacional que paradójicamente en los últimos tiempos han sido sometidos a la Justicia supuestamente por afectar con sus informaciones y comentarios los intereses económicos de empresas privadas, de dudosa ética. Huchi Lora, Nuria Piera y otros periodistas del país han sufrido esos embates. Ente ellos está Vianco Martinez, quien no obstante haberse quejado ante la Justicia por la agresión de que fue victima por guardaespaldas de un promotor artístico, su permanece en el limbo.
Como ustedes pueden apreciar, la lucha de los periodistas por la Defensa de los Derechos Humanos ha sido ardua y con un enorme costo en vidas. Solamente el año pasado fueron asesinados o murieron como reporteros de guerra 86 periodistas en todo el mundo, por defender los Derechos Humanos y oponerse al narcotráfico internacional, tambien violador de esos Derechos. Esa cifra de muertes supera en un 244 por ciento desde 2002, cuando murieron 25.
Hoy día tenemos un gobierno liberal que respeta las libertades públicas y los Derechos Humanos El valor supremo del liberalismo es la libertad del individuo. Los maestros del pensamiento liberal fueron quienes inventaron los Derechos del hombre, de la democracia constitucional, del control del Poder mediante la división de los poderes del Estado y de la idea de la propiedad como garantía de la independencia del individuo frente al Estado. Hay algunos autores que sostienen que el liberalismo es el beneficiario de la bancarrota del socialismo, aunque por ejemplo en Alemania apenas cuenta con raíces propias. Los padres del liberalismo son todos ingleses : John Locke, Adam Smith y John Stuart Mill. Esos pensadores son considerados prácticamente como héroes nacionales en los países de habla inglesa.
La actual jefatura de la Policía, encabezada por el mayor general Rafael Guillermo Guzmán Fermín ha sido respetuosa de los Derechos Humanos. El hecho mismo de auspiciar charlas como la de esta tarde para promoverlos es una prueba de ello. Naturalmente, siempre hay actitudes negativas que empañan esa labor. Los seres humanos, especialmente los dominicanos, a menudo damos demostraciones de actitudes levantiscas, entre ellas los propios periodistas policías. Esas actitudes solo se justifican cuando nos damos cuenta de que las libertades y los derechos a protestar están amenazados, pero no cuando de lo que se trata simplemente es alterar el orden público y la paz social.
Con asombro, algunas veces escuchamos voces que defienden los Derechos Humanos a la Carta, es decir, como si estuvieran en un restaurante, donde uno escoge el plato que desea. En tales casos, las voces defensoras de delincuentes convictos y confesos, no hacen lo mismo cuando asesinan a un guardia o a un policía. Es decir, no hay equidad en el reparto. Si bien es cierto que a los enemigos de la sociedad, según las Leyes, hay que respetarle los Derechos Humanos en los cuales no creen, no es menos cierto que tambien los militares y policías merecen que se les respeten sus Derechos Humanos.
Me imagino la gran frustración que sienten los investigadores policiales y militares cuando después que de mucha lucha logran aclarar un crimen o delito, y los responsables son puestos olímpicamente en libertad por ciertos jueces porque así lo establece un Código Procesal Penal, a veces malinterpretado, cuando no difícil de aplicar con Justicia porque en nombre de la protección de los derechos de los individuos por parte del Estado, a menudo sus exigencias casi imposibles de cumplir, lo que favorece a los delincuentes.
Me parece que ahora que el Congreso Nacional se apresta a una nueva modificación de la Constitución, que muchos voceros oficialistas dicen que será profunda, hagan lo mismo con el Código Procesal Penal, para hacer más drásticas las medidas de coerción contra los delincuentes de todo tipo que sean reincidentes. Tanto los legisladores como los jueces y fiscales deberían reflexionar y ponerse en el lugar de aquellos a quienes les han asesinado hijos, padres o hermanos u otros familiares, o les han violado niñas o niños, dejándolos traumatizados o inválidos, o les han secuestrado a algún pariente para exigirles rescates casi siempre millonarios. Dios quiera que eso no le suceda nunca a ningún magistrado.
No recuerdo ahora quién fue el que dijo que dichoso es el pueblo que ama a los hombres y a las mujeres que son capaces de pensar por si mismos, que no obedecen ciegamente y sólo se dejan ordenar lo que considera razonable.
Hoy día vivimos un régimen democrático presidido por un estadista llamado Leonel Fernandez, de quien soy amigo y al que admiro, tanto por mantener la fría calma en momentos en que otros se irritan, como por su creatividad para crear polémicas, como por ejemplo cuando habló de la incapacidad de los representantes de la oposición para +conceptualizar+ y como cuando dijo que la economía dominicana estaba +blindada+, para posteriormente afirmar que la crisis económica internacional ya nos afecta. Cuando reconoció esto ultimo, incluso algunos dirigentes de la oposición lo elogiaron. Las polémicas generalmente son buenas, pues de ellas siempre surgen nuevas sugerencias para mejorar las cosas. Solamente aquellos que son capaces de crear amor y odio, gloria y repudio, insultos y alabanzas, pueden considerarse líderes.
En ese sentido, Leonel Fernandez lo es, igual que lo fueron otros, entre ellos el general Juan Pablo Duarte, el general Pedro Santana, el generalísimo y dictador Rafael Leonidas Trujillo, Joaquín Balaguer, Juan Bosch, José Francisco Peña Gómez, Francis Caamaño, Manolo Tavarez e Hipólito Mejía, sin tomar analizar si gobernaron bien o dirigieron bien o no, y otros que por ahí se perfilan porque generan las mismas pasiones. ¿Por qué otros dirigentes dominicanos no son considerados líderes? Simplemente, porque no crearon polémicas alrededor de sus personalidades. Para decirlo más claramente: fueron sencillamente figuras incoloras.
No quiero terminar estas palabras sin antes sugerir que el Instituto de la Dignidad Humana de la Policía Nacional continúe con el auspicio de charlas sobre los Derechos Humanos y otros temas relacionados con la cultura general, para lo cual existen potenciales expositores más versados que quien les habla.
Se hace necesario, tambien, que el Gobierno reconozca que es una necesidad nacional aumentar los sueldos de los policías y soldados, la mayoría de ellos residentes en barrios pobres, llenos de delincuentes, a donde deben retornar de noche a sus hogares, con peligro para sus vidas, luego de agotadoras jornadas precisamente destinadas a combatir la delincuencia. No es justo que haya funcionarios que ganen sueldos extremadamente lujosos para una Nación pobre, mientras los mantienen la paz social rumian su miseria y se ven tentados a incurrir en +indelicadezas+, como se dice ahora, haciéndose cómplices de los delincuentes. Esa situación no debería mantenerse.
La Policía también merece estar dotada con mejores equipos y medios logísticos suficientes para prevenir y combatir la delincuencia, pues da vergüenza que en este mundo en el que la tecnología es fundamental, existan cuarteles donde todavía se escribe en una vieja libreta y carecen hasta de medios adecuados de transporte.
Están erradas las voces que propugnan por desmantelar la Policía, para formar una nueva. ¿Cuál será su material humano? ¿Es que acaso buscaremos suizos ? No, lo que necesitamos es una Policía ágil y moderna, que se gane cada día el respeto de los ciudadanos por sus acciones nobles, con agentes que se sientan orgullosos de llevar el uniforme. Los periodistas y los policías, insisto en este punto, nos parecemos muchos. Ustedes tienen armas; el arma de los periodistas es la palabra. En la medida en que sepamos usarlas bien, la sociedad quedará agradecida.
Gracias por su paciencia al escucharme en esta charla tan extensa, pero era justo y necesario al tocar un tema tan trascendente como el de los Derechos Humanos.
Charla pronuncia por el periodista santiago estrella Veloz en el Instituto de Dignidad Humana de la Policía Nacional, en Santo Domingo, República Dominicana, el día 2 de diciembre de 2008.

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